Paraestatal

Benjamin «Bugsy» Siegel, es conocido en Estados Unidos por sus visiòn de crear un desarrollo a gran escala que conocemos ahora como Las Vegas. Fue un gangster que estuvo involucrado con la magia judia, «Lucky» Luciano, Mayer Lansky y Frank Costello (Jefe posterior de la familia Genovese).

Hata ahí una historia de varias peliculas de Hollyhood. Pero lo que es poco conocido es la incursión que hizo a México (incluso se caso en este país) a realizar acuerdos con grupos nacionales para la venta y compra de droga. Principalmente «adormidera» que en los chinos habian traido a México desde el siglo XIX y que en gran parte de Sinaloa se sembraba junto con la Mariguana.

Desde esos momentos comienza un negocio interesante para los habitantes de esas regiones y para el gobierno estatal y posteriormente nacional de México.


El negocio fue protegido y patrocinado por el gobierno Federal, la Secretaría de Gobernación lo tuvo bajo su tutela muchas dècadas y lo repartió (según las últimas investigaciones) cuando fue capturado Miguel Félix Gallardo. Repartiendola por zonas que despúes buscaron ampliar sus coordinadores. Sabemos que no hay límites cuando se trata de adquirir poder, así que los tratos y reparticiones  no durarían mucho.

No hay gobierno que no tenga nexos o tratos con los narcotráficantes. Son grupos con demasiado poder económico e influencia. A los gobernantes les toca tratar directamente o hacer tratos de «vista gorda». Pero de una u otra manera cada gobierno tiene que tratar con los poderes regionales, al igual que tiene que hacer las familias con poder económico. Y el mayor poder es el de los grupos narcotraficantes que ocupan «la plaza».

Son grupos que detentan el poder por medio de la violencia. En últimas fechas esta ha sido extrema. Pero que a pesar de ello no puede erradicarse de una forma automática. Una guerra moderna donde la lucha es llevado a cabo dentro de las ciudades, no es una guerra que terminará rápido ni limpiamente. Tendrá muchas bajas civiles «casualties of war».

La estratégia actual del gobierno mexicano es valiente, temeraria. Y según muchos críticos raya en la estupidez. Pero son pocas las opciones que dan, o nomás se dedican a criticar la estrategía pero no dan soluciones. Y es que no es fácil dar soluciones, lo fácil es criticar lo que se hace.

¿Pactar con el grupo o los grupos? ¿Vivir en concordia? ¿Atacar su poder económico? En un país como el nuestro donde no hay un sistema de recaudación efectivo, eso no es tae fácil.

No tengo la respuesta, pero Calderón está optando por el camino difícil, frente a frente. Costos, desgastante, criticable.

Por lo pronto, tenemos a una Paraestatal cuyas rotaciones de jefes se da por sangre. Y los gobiernos de los 3 niveles tienen que bazar sus desiciones en coordinación con las acciones de esta dependencia de gobierno, desentralizada y desconcentrada.

Quizás el camino más viable es el de legalizar la droga. Se ponen ejemplos de países como Canada, Suiza, Holanda, donde hay cierta tolerancia legal y reina la calma. Lamentablemente México está a años luz de ellos.

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